sábado, 18 de febrero de 2012

Nos deja esta entrada en su Blog Lola Urbano @NoLolaMento

(Una vez más, un doblaje pésimo)


recorte de la web de la película
Para mí, la película tiene dos mensajes clave: la identidad personal de las mujeres y la educación de calidad, que reclama la maestra, también para los pobres.
No pude evitar pensar en PISA, Finlandia, la Escuela Pública, los uniformes desgravados, la connotación de esos uniformes (el femenino, claro) en las películas porno, las PDI, los técnicos que las arreglan (o no), el 3D en un concertado de monjas, una familia que te cuida y te quiere, que te acompaña al colegio, que te besa, y otra familia con la que te da miedo vivir, una madre que te pega… Y me meo de risa en PISA, la misma prueba para animalitos distintos, circunstancias distintas, dineros distintos y hasta amores distintos. Decía la maestra: ¿Qué pasa, que porque no tienen dinero hay que darles menos de lo que merecen? (traducción personalizada)

recorte de la web de la película
¿Lo mejor de la película? Cuando la maestra consigue que Badima diga su nombre. Lo que se emociona cuando se da cuenta de que le ha devuelto a esa niña su identidad. La excelencia en esta escuela se llama resiliencia. Caer en la cuenta de que eres una persona por derecho propio, que tu nombre no es menos que el de tu hermano, es un momento tan glorioso como doloroso. Hay personas que, mientras otras prosperan, tienen que dedicar su vida, única y exclusivamente, a caer en la cuenta de que tienen derecho a existir, y a hacerlo de la mejor manera posible. O a recuperarse de la brutalidad de quienes la obligaron a prostituirse; odiarse a sí misma es otra lección bien aprendida por muchas mujeres. De alguna forma, los malos consiguen que la víctima se sienta culpable por haber sido violada.

recorte de la web de la película
Y mientras iba viendo en la película lo que ocurría, me preguntaba por qué unas mujeres son capaces de vivir, mientras otras prefieren morir antes que cambiar las cosas, sus vidas, la vida.
La película muestra crudamente las dificultades que sufren las mujeres para elegir la vida que quieren. Si tienen un gran objetivo, han de renunciar al amor. Si tienen una hija, mueren o las matan. Tan arraigado el deber familiar, tan bien enseñado el miedo, tan asustadas viven, que no quieren perder a quienes las maltratan, por no quedarse sin nada. Viendo la película siento otra vez que el dolor de cada mujer es mi dolor, aunque a veces no haya sido buena con alguna de ellas.

Trabajamos con la película en Cero en conducta
Katmandú es una película sobre mujeres y Educación. Dos caras del mundo continuamente abofeteadas. La educación es la manera, y las manos de las mujeres son las necesarias para cambiar las cosas, porque la educación está en manos de las mujeres, y porque las mujeres necesitan más que nadie acabar con la mala educación.
Si las mujeres del mundo supieran lo que se siente cuando no necesitas que te salven la vida…

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